miércoles, 21 de octubre de 2009

Miedo

El miedo nos paraliza en la vida, nos limita la capacidad de arriesgarnos por lo que queremos, no sabemos que hacer, ni a dondé ir ni con quién, nos convertimos en unos pequeños titeres que lo dirige ningún titiretero sino una sombra que nos matiene estáticos.
Escribo esto porque el miedo en muchos casos es más fuerte que el amor, el amor que sentimos con Juan, nunca creí que por miedo decidierá a alejarse, aunque me gustaría saber miedo a qué tiene.
El viernes pasado me citó en un bar, cerca de la facultad, me dijo que quería hablarme que era algo urgente, así que fuí.

Juan: Hola An, ya estoy llegando ¿vos dondé estas?
Yo: Estoy ya en el bar. Te espero, veni tranquilo
Juan: Bueno, ya llego. Bye

Esta conversación acelerada por teléfono me dio el presentimiento de que algo andaba mal, y así fue.

Yo: Hola, ¿como estas? ¿estás bien, tenés cara de asustado?
Juan: Hola, sisi, está todo bien
Yo: mmm, bueno me dirás para que me citaste de tan apuro
Juan: Porque necesito decirte que....que...creo que es mejor que nos separemos , que no sigamos con esto, está mal, lo que hacemos, estoy lastimando a Eze, a mi Ex y te voy a terminar lastimando a ti todo por un capricho mio, por no querer asumir que soy demasiado grande para ti y que la diferencia de edad pesa mucho, además...
Yo: Pará, me estás diciendo que cortemos porque tenés miedo de lo que pueda pasar, además es mejor que respires, te calmes y hablemos con calma, voy a pedir dos cafés asi te relajás ¿ok?
Juan: Ok...A veces odio que tengas esa paciencia de seinsem, esa capacidad de razonar tan friamente en los momentos más duros de la vida.
Yo: Si no hubiera aprendido a hacerlo, hace mucho me hubiera muerto, sabes muy bien que no tuve una linda infancia. Perfecto ahí viene el mozo.
Mozo: Me dirán
Yo: Dos cafés con leche, con medialunas y un jugo de naranja y otro de...
Juan: Mejor dos jugos de naranja
Mozo: Algo más?
Yo: No, nada más.
Mozo: Ahora se los traigo.
Juan: Me parece o te estaba mirando el escote de la remera
Yo: Te pareció amor, (le agarre la mano asi se calmaba), ¿no me digas que te estas poniendo celoso?
Juan: No, claro, que no, sé que sos más joven y te gustan ese tipo de remeras aunque no me agraden
Yo: No te agradan cuando hay gente, porque cuando estamos solos si te gustan, igual que la mini
Juan: Bueno, pero eso es otra cosa, ahi viene, mejor callemonos
Mozo: Aqui tiene señor y para su hija
Juan: Es mi novia, no mi hija (lo miro con un odio)
Mozo: Perdón, me retiró
Yo: jajaja...perdón.
Juan: No te rías, no es gracioso
Yo: Si es gracioso, lo miraste como si fueras a matarlo
Juan: Que tiene que andar diciendo que sos mi hija, hubiera traido las cosas y se hubiera callado
Yo: Tampoco es para tanto, come porque se que no comiste nada en el almuerzo
Juan: Como sabes, ¿me estas vigilando?
Yo: No, pero cuando no comes, tu mano izquierda tiembla, por eso lo sé
Juan: Si es cierto, como me conoces....¿hablamos o comemos?
Yo: Comemos, pri, después hablamos, si total me vas a patear (haciendo pucherito)
Juan: ¿Te voy a patear?, sólo quiero saber que estoy haciendo bien
Yo: Yo digo que sí, muy bien, a mí me haces bien, y Eze ya se le pasó el enojo
Juan: Bueno, seguro que...que...esta bien esto, no, no...no quiero lastimarte
Yo: No me lastimas, al contrario me ayudas mucho
Juan: Bueno, entonces seguimos.
Yo: Esta bien.

El miedo es el peor enemigo de nosotros mismos. A pesar de todo, y del miedo de él, seguimos juntos.

1 comentario:

  1. El miedo, Anjolie, es el más artero y pertinaz enemigo del hombre.
    Me asalta la reminiscencia de haber pasado con Loli momentos semejantes. ¿Cómo lo vencí? Sintiendo el miedo y dejando que me pase por adentro y diciéndome: "¿Para qué hacerte problemas por lo que quizás no va a suceder mientras vivas?"
    Pero sus palabras, el escote y la mini, fueron más fuertes. Bravó!
    Celebremos eso

    El Profesor
    PD: Insisto: si ese buen hombre quiere escribirme para que le cuente algunos pormenores, con todos los años que tengo más que él, quizás lo ayude.

    ResponderEliminar